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Prime Minister Kjell Magne Bondevik

Dinner speech to Guatemala's President Alvaro Arzu

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Published under: Bondevik's 1st Government

Publisher: The Office of the Prime Minister

Akershus Palace, Oslo, 19 October 1998

Sr. Presidente Don Alvaro Arzú
Doña Patricia Arzú
Excelencias
Señoras y Señores
Estimados invitados

Es para mi un enorme placer darles a su Excelencia, Señor Presidente, a su Señora esposa y a la Delegación guatemalteca una cálida bienvenida a esta cena en el Castillo de Akershus.

En estos días, está teniendo lugar una acción en gran escala para restablecer la paz en Kosovo, en Yugoslavia y en los Balcanes; en Europa en su totalidad. Con el respaldo de las fuerzas armadas de la OTAN, se ha logrado, tras duras negociaciones, alcanzar un acuerdo que sienta las bases para una solución pacífica del conflicto. Nuestra tarea es poner ahora en práctica el acuerdo. Ello no constituirá un desafío menor. Noruega colabora - y seguirá colaborando - activamente en dicha labor. Participan militares noruegos, y pondremos a disposición personal para los efectivos que supervisen la puesta en ejecución del acuerdo. A través de la presidencia de la OSCE, vamos a desempeñar un papel primordial en el ulterior seguimiento de la misión de pacificación. Respaldan nuestro empeño el Gobierno y un Parlamento unido. El que así sea, se debe a que se trata del objetivo más importante de la política exterior - de toda política, a la postre -: asegurar la paz.

El hecho de que, en esta cena ofrecida en honor de V.E., Sr. Presidente, saque a colación este asunto se debe a que existe un hilo conductor entre lo que está sucediendo en Europa actualmente y el desarrollo experimentado por su país. En ambos casos, se trata de renunciar a la violencia y de elegir el camino de la paz, como hizo Guatemala después de años de conflicto armado y destrucciones. Y en ambos casos se trata de asumir responsabilidades; colectiva e individualmente.

Mahatma Gandhi dijo en una ocasión: "Never underestimate the ability of the individual to change the world". Son éstas grandes palabras, a las que uno ha de acercarse con humildad. De cualquier modo, Guatemala muestra de nuevo la posibilidad del individuo para configurar el presente y el futuro.

El viernes pasado se anunció el Premio Nobel de la Paz. Hace seis años, fue una valerosa mujer maya de Guatemala - Rigoberta Menchú - quien fue galardonada con dicho premio por su labor. Mejor que la mayoría, ilustra esta fuerte mujer el núcleo de la idea de Gandhi.

V.E. mismo, Sr. Presidente, ha contribuido notablemente al proceso de paz. La valentía política y la voluntad de probar nuevos caminos demostradas por V.E. al reunirse, cara a cara, con los líderes de la URNG, iniciaron el diálogo que desembocaría en el acuerdo de paz de hace dos años. V.E. prometió la paz antes de finalizar el año 1996. Y V.E. cumplió su promesa.

Más que nada, ha sido la labor en pro de la paz lo que ha acercado a nuestros dos países. Por iniciativa del obispo Sr. Gunnar Stålsett - a quien tenemos el placer de tener entre nosotros esta noche -, pudimos en 1990 contribuir a que se organizara una reunión, en Oslo, entre el Gobierno y el movimiento guerrillero. Dicha reunión constituiría un paso importante que abrió el camino a las negociaciones de paz.

Tanto antes como después, muchos noruegos han participado en la labor en pro de la paz en Guatemala. Un lugar preeminente ocupa el Sr. Petter Skauen, de la organización Ayuda de la Iglesia Noruega, que fue a Guatemala para tomar parte en los trabajos de socorro posteriores al trágico terremoto de 1976. El Sr. Skauen está aquí esta noche. También tuve el placer de visitar a Guatemala en 1987 y como Ministro de Relaciones Exteriores en 1990. Visité, entre otros un proyecto en la Ciudad de Guatemala, encabezado por el Sr. Petter Skauen y financiado por la Ayuda de la Iglesia Noruega. Este proyecto promovió la construcción de viviendas para pobladores de zonas marginales, en un barrio llamado “Colonia Noruega”. Nunca olvidaré la felicidad expresada en los ojos de las personas beneficiarias de este proyecto. Tras las huellas del Sr. Skauen ha ido creciendo una red de contactos humanos más fuerte que las catástrofes naturales y los conflictos armados. Un ejemplo de ello son los vivos vínculos de amistad establecidos entre su ciudad natal, Fredrikstad, y las dos poblaciones guatemaltecas de Patzun y San Martín Jilotepeque. Quienes estuvieron presentes en el acto de ensalzamiento de la paz celebrado en Fredrikstad la víspera del acuerdo de alto el fuego, firmado en Oslo hace casi dos años, no lo olvidan.

Noruega siente orgullo y alegría por haber podido contribuir a reunir a las partes y apoyar las largas y difíciles negociaciones de paz. A este respecto, también quisiera poner de relieve la aportación del ex Secretario de Estado Sr. Jan Egeland, asimismo presente en esta cena. El Sr. Egeland estaba convencido de que, si Noruega pretendía ser un país organizador merecedor de crédito, habría que establecer estrechos contactos entre todas las partes del conflicto. Este punto de partida fue condición previa para la cooperación y amistad generadas con personas de las fuerzas armadas, del Gobierno y de la guerrilla. Todos ellos han desempeñado, y siguen en parte desempeñando, un papel importante en pro de la paz en Guatemala.

Porque la tarea de reconciliación y de erigir una nueva Guatemala no ha concluido; está empezando. Ahora se hallan Vds. ante el laborioso proceso que supone construir la democracia, crear el fundamento de una economía sostenible y ofrecer a todos los estamentos sociales parte en el desarrollo. En los tres años que V.E. lleva de presidente, los logros han sido muchos. Y las condiciones necesarias para alcanzar el éxito están presentes: el acuerdo de paz y un hermoso país, rico en recursos humanos y naturales.

Puedo asegurarle a V.E. que, en esta tarea, Noruega seguirá estando al lado de Guatemala.

Quisiera brindar por V.E., Sr. Presidente, por Doña Patricia de Arzú, por su Delegación y por la amistad entre Guatemala y Noruega.

¡Salud!